Método por forjado a martillo de los cuencos tibetanos

Por arriba de los métodos industriales, como la fundición, el torneado por repusaje o el embutido profundo, está el forjado a fuego y martillo, un trabajo netamente artesanal donde cada pieza es única y lleva grabada a fuego el espíritu de la mano del hombre y no las huellas de una máquina. Es el método original y por excelencia  usado antiguamente en la fabricación de los cuencos tibetanos.

Por las propiedades mecánicas de los materiales utilizados, la técnica de forjado a martillo  refina la estructura interna del metal mejorando sus propiedades naturales de sonoridad y vibración.

 

“Todo orfebre o artesano, sabe el vínculo que establece con su obra, desde el encuentro con la materia prima adecuada, el proceso creativo y el acabado final. Una relación de sensibilidad, intuición y unidad con su creación a la que le confiere vida propia.”

 

Fuego y Martillo para levantar los Cuencos Sonoros

Partiendo de  un disco de metal  calentado en fragua  y conformado a golpes de martillo el maestro artesano alcanza la forma deseada. La pureza de sonido y la profunda vibración de estos cuencos marcan la diferencia, y se destacan por ser piezas únicas y exclusivas.

Se entiende por forja al trabajo mecánico de un material a temperaturas elevadas, empleando para su conformado la presión resultante de golpes de diferentes martillos.